Dermatología / Medicina estética y reparadora
Los factores de crecimiento (FC) regulan la remodelación de la piel y, por tanto, juegan un papel de gran importancia en el aspecto de la misma disminuyendo con la edad su producción y perdiendo actividad.
El primer FC, descubierto en 1960, fue denominado Epidermal Growt Factor ó Factor de crecimiento epidérmico (FCE) nombre que indica su capacidad de inducir la proliferación celular en cultivos de células de la epidermis.
Desde hace unos años, venimos utilizando los factores de crecimiento obtenidos por el método de plasma rico en plaquetas (PRP) y aplicados mediante mesoterapia (arrugas, elastosis, discromías), en inyección subdérmica (surcos pronunciados, depresiones cicatriciales, fibrosis), mezclado con grasa (como injerto) ó en forma de coágulo plaquetario (en cicatrices para acelerar el proceso de cicatrización).
En resumen, podemos decir que los factores de crecimiento (FC), regulan la remodelación de la epidermis y dermis y tienen una profunda influencia sobre la apariencia y textura de la piel.
La piel joven produce FC en suficiente cantidad, con lo que se consigue una reparación rápida y una apariencia joven.
La elastina y el colágeno ayudan a mantener la elasticidad de la piel; con el paso de los años la piel envejece, entre otras causas por la disminución de la capacidad de reparación y la piel se afina y pierde elasticidad y firmeza; paralelamente, disminuye la cantidad y calidad del colágeno, por lo que aumentan la formación de líneas y arrugas de la piel
Cuando el FC epidérmico actúa en el núcleo de la célula, se transmiten órdenes de actividades celulares como la producción de proteínas (colágeno) e incremento de la actividad genética y división celular (producción celular). De esta forma conseguimos mejorar el aspecto de la piel, a la vez que el colágeno la hace más tersa